La Provincia intima a los municipios a no flexibilizar la cuarentena

Los Intendentes que no cumplan podrían ser declarados “ En rebeldía “ y afrontar una causa judicial

A partir de la ampliación de la cuarentenay la aplicación de algunas excepciones para determinadas actividades, en la región fueron varios los municipiosque a pocas horas de tomar una decisión debieron dar marcha atrás ante la intimación de la Provincia de cumplir a rajatabla con el aislamiento social obligatorio.

El Gobierno de Córdoba no flexibilizará por el momento la cuarentena e insta a los municipios a cumplir con ello.

Ocurrió que, en los últimos días, varios intendentes adoptaron medidas que procuraban reactivar algunas actividades en sus pueblos, amparados en el hecho de que no registraban casos de coronavirus. Además, presionados por los propios vecinos, que reclaman poder volver a trabajar. Particularmente, sectores como albañilería, gasistas, electricistas, peluqueros, comercios pequeños, oficinas contables, piden volver a la actividad.

Tras conocerse las disposiciones y llegadas a oídos de la gobernación, inmediatamente los intendentes fueron intimados a dar marcha atrás con determinadas medidas.

Los intendentes que no cumplimenten el decreto podrían ser declarados en rebeldía.

Así, por ejemplo, en Huinca Renancó, el intendenteOscar Saliba había dispuesto el lunes pasado, por decreto 171, autorizar la actividad de librerías y peluquerías. Pero a menos de 24 horas debió rectificar la medida y prohibir la apertura de salones de belleza, y para las librerías sólo venta “on line”.

Según se indicó, desde el gobierno provincial se le advirtió al Municipio que dichas acciones violaban la cuarentena. En este mismo sentido, el Municipio también debió limitar aún más la atención en supermercados para ajustarse a lo dispuesto a nivel provincial.

Lo mismo ocurrió en Mattaldi, donde también se había dispuesto la apertura de peluquerías. Nuevamente llegó la orden de la Provincia de echar atrás tal medida.

Ayer, fue el intendente de Jovita, Javier Riberi, quien en conferencia de prensa reconoció que fue intimado a rever algunas de las medidas que el Municipio tomó para flexibilizar la cuarentena.

El mandatario dijo que lamentaba informar que debía dar marcha atrás con algunas disposiciones que había adoptado, al igual que otros intendentes de la región.

“Lamento informar que la Provincia nos intimó, o nos sugirió, que debíamos retrotraer las medidas, si no iban a seguir con las acciones legales”, señaló Riberi.

Marcha atrás

Aclaró además que a pesar de que las medidas adoptadas por el Municipio procuraban dar un beneficio a la comunidad, como intendente no puede violar la ley y afrontar luego un proceso judicial.

En Jovita, el Municipio había flexibilizado la actividad en rubros como peluquerías, tiendas, así como también habilitaba el trabajo de albañiles en obras privadas. “Lamento informar que a partir de la cero hora de este viernes no podrán abrir las peluquerías y las tiendas deberán trabajar con delivery. Tampoco podrán abrir las oficinas contables.

En cuanto a la actividad de albañilería, Riberi cuestionó el hecho de que la Provincia sí autoriza la continuidad de la obra pública y no la privada. “No entiendo cuál es la diferencia entre un albañil y otro. Pero nosotros no podemos disponer, son órdenes de la gobernación, y si no cumplo me declaran en rebeldía”, dijo el intendente de Jovita.

Asimismo, aclaró que albañiles, gasistas o electricistas sólo podrán trabajar en casos excepcionales y con autorizaciones, tal como lo dispone la normativa provincial.

“La verdad es que lo lamento”, reiteró Riberi, quien consideró que en poblaciones pequeñas podrían permitirse algunas actividades. Por otra parte, se refirió al uso de barbijos en la comunidad. En este sentido, advirtió que quien no cumpla con su utilización podrá ser sancionado con multas de mil a 5 mil pesos.

Contención social

Así, tras las intimaciones recibidas, los municipios ahora son cautos a la hora de oficializar disposiciones, y procuran respetar al pie de la letra lo dispuesto por el gobierno de Córdoba, que rechaza de plano, por el momento, llevar adelante una cuarentena administrada.

En medio, los intendentes deben lidiar con los reclamos que a diario le hacen los vecinos, particularmente de los sectores de la construcción que reclaman volver a trabajar. Son familias que a pesar de su condición humilde nunca acudieron a la asistencia social, y que sostienen sus hogares con el trabajo diario como albañiles, changarines y otras actividades.

En italó, el intendente permite la actividad física “controlada”

En medio de las especulaciones sobre las atribuciones que pueden tomarse los municipios sin violar la ley, ayer el intendente de Italó, Ariel Vidoret, dijo que decidió permitir la actividad física controlada en un sector del pueblo, destinado principalmente a quienes lo necesiten por cuestiones de salud.

El mandatario argumentó que tomó esta decisión atento a la situación de gente que se encuentra “en aislamiento en una localidad de 3.000 habitantes” y que realmente necesita hacer actividad física. “Son caminatas y una vuelta en bicicleta por un sector determinado y en forma individual”, aseguró el intendente.

Cabe recordar que tal actividad está prohibida a nivel nacional y provincial.

No obstante, Vidoret dijo que los vecinos podrán pedir autorización para hacer estas caminatas o bicicleteadas bajo control de las fuerzas de seguridad. “Y si alguno incumple volverán a sus casar”.

E insistió que en Italó “no hay ni siquiera un caso sospechoso de coronavirus”, a modo de fundamentar su decisión.

El intendente además planteó los problemas que están teniendo con la situación económica de muchos vecinos que no están pudiendo trabajar, y del Municipio mismo para atender estas necesidades, “a esto se le suma que dependemos de otras localidades para tener acceso a un cajero. Hay gente que hace dedo para recorrer los 60 kilómetros hasta Huinca” para cobrar, subrayó.

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